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Se me quedó la pluma dentro del tintero, y no le cuestioné nada. No hubo tiempo, sobró orgullo, llegó la muerte. Todo fue circunstancial.
Se secó la tinta, se vistió con telas de araña aquel cofre con sueños y pesadillas, se marchitó la esperanza y el recuerdo.
Cuando intentó hacer algo, se durmió, cayendo en su abismo y alimentando el mío. Todo fue circunstancial.
Y fue aquello tan circunstancial lo que no me permitió escupirte, gritarte, odiarte, amarte. Conocerte.
Todo fue muy rápido, tan circunstancialmente rápido... Que me quedé con una rosa en una mano, con sangre en la otra y lágrimas en los ojos... Aquel frío día de Agosto.
No te dije adiós.

1 comentarios:

Zombito dijo...

Siempre trato de buscar mis mejores palabras, hacer la fusión de letraqs perfecta, esas que al leer deleitan. Sin embargo estoy muy conciente que no puedo, que no son mi fuerte y que mientras más pienso en que palabra usar, más notorio es lo manipulada que están.

Me dices que te hable con lo que sale de mi corazón, con esas palabras que como tu bien dices "vomitas"... pues eso haré.

Coni, eres una persona extremadamente valiosa. La persona más valiosa de mi mundo, todo aquel que te ha dejado de lado o que no estubo dispuesto a acompañarte, no vale ni tu odio, ni tus lagrimas, simplemente por el hecho de que jamás estubo dispuesto a aceptarlas.

Amada mia, estaré junto a tí pase lo que pase, siempre podrás contar conmigo y sé que lo sabes. Te entrego mi mejor yo, aquel que solo tu pudiste sacar a la luz. Te acompañare cada momento mi vida y no te dejaré.

Yo estoy contigo porque te amo y porque tengo una sola misión en mi vida, extraer todo el daño que te han causado porque no lo mereces, y entregarte lo mejor de mi, llenarte de felicidad, eres una excelente persona y te mereces lo mejor de este mundo.

Te amo Zombita mia, con todo lo que hay en mi y cada dia doy todo por hacerte feliz y sacarte una sonrrisa. Te amo mi amor y estaré siempre contigo.

Tu Zombito <3

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Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!