|
Al igual que todo el mundo, yo no soy feliz.
Algunos lo disfrazan en rutina, otros con el sexo, otros sólo ven televisión,
todos tenemos distintas formas de ocultarlos, pero la tristeza al igual que
la soledad, nos invade todo el tiempo, porque somos sus víctimas,
sus marionetas. Unos simple juguetes abandonados por Zeús, Alá y otros tantos
poderosos místicos que disfrutan viendonos sufrir, y se ríen a carcajadas con
los intentos inútiles de disimular el penetrante dolor de vivir.

Yo no soy feliz, mis ojos lo demuestran y me importa tan poco, tan diminutamente poco
que no me interesa si mis pulmones de llenan de aire o de mierda, al final... Entre menos
importa, menos miedo da la verdad, esa que todos saben que existe, pero la ignoran
tratando de olvidar su crudeza por el terror a lo insignificante que somos.

Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!