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La masividad es el poder que nos controla, aquello que nos maneja y nos manipula incluso antes de nacer. Estamos obligados a ser lo que somos, ya que querámoslo o no, el prototipo de persona que debemos ser (hijo/a, amigo/a, padre, madre, hermano/a, etc) ésta inculcado en la sociedad y debemos -por obligación y casi por deber- cumplir.

Sin embargo, yo estoy loca. Estoy loca porque así me llaman mis compatriotas, mis compañeros y hasta mi propia familia. Es verdad, pues todos dicen que me comporto extraño y al ser diferente soy una loca.

Me río sola, por eso estoy loca; Grito en las noches, canto canciones de los años 50, corto mis brazos, no me peino, me gusta el sexo, fumo demasiado, leo cuando no leo, sueño cuando estoy despierta, amo lo absurdo ¡Por eso estoy loca! y no importa que me lloren los ojos, que se me parta el alma y que sufra como todos, porque deje de ser humana... Deje de serlo porque todos los anexos me quitaron mi derecho a ser cuerda, soy diferente y enloquecí al nacer, al crecer, al esperar por un hombre que se convirtió en fantasma y me abandonó en mis delirios.

Mi orgullo herido me alejo del resto de los enfermos y he preferido vivir a solas con mi estigma. Estoy sola, ya lo sé, pero soy libre y vivo en plenitud con mis manías inentendibles, aunque el mundo me rechace y me catalogue, yo puedo reír, reír de verdad porque el miedo lo perdí al momento de entender lo que soy.

Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!