|
Perderme en la carretera, sin dirección como Thelma y Louise. Gritar hasta que mis pulmones se vacíen y el viento se lleve mi voz, llorar desconsoladamente en el bosque de la nada y sonreír al desconocido de la pista de al lado. Cantar con el rimel corrido y sentirme desquiciadamente exquisita.

Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!