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Se terminó la pesadilla, ha sonado el despertador liberándome de las opresoras cadenas. Por fin, abrí los ojos mientras mis vecinos gritan ¡feliz año nuevo!
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Querido amigo, ya no estarás en mis esperanzadas ilusiones de encontrarte en mi reja gritando mi nombre, ya no veré tu sonrisa y mi cara reflejada en tus optimistas ojos. No estarás en el acojo de un abrazo, ni en una nube de lana. Te extrañaré querido amigo, porque ya no estarás... Nunca más.

Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!