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Me abraza torpemente, se calienta de a poquito se le va notando y se entusiasma, yo me entusiasmo con él y lo beso, como si el mundo estuviera en su apocalipsis, me trago su lengua y absorbo su cuerpo lo amarro con mis piernas y me aprovecho de ser hiperlaxa para hacer algunas cosas raras. Entonces, empieza el baile que a veces parece batalla bestial, el mundo se mueve, el reloj fallece y yo grito, me muevo y grito extasiada.

Llega la muerte, el cansancio y el cuerpo se rinde, transpirados nos abrazamos y me río sola, por la cosas que digo cuando hago el amor, me río porque hice el amor, me río porque me enamoré de él.

Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!