|
Hoy tuve nostalgia de ti.
Me vieras, ya no soy la misma, creo que de quién te enamoraste poco queda en mi.  También cambiaste, puedo percibir en la distancia y el silencio, que eres otro.
Ya no somos, ni seremos aquellos que fuimos, las promesas y las sonrisas quedaron bajo la alfombra de los recuerdos armados y destruidos. Y cuánto nos quisimos se combina con un pasado engorroso, misterioso, confuso.
¿En qué momento dejé de retener tu olor en mi memoria?, ya no sé cómo fui; cómo fuiste; qué habremos construido ni qué derrumbamos. Tanto tiempo sin expresar algo, sin armar oraciones y ahora, solo regalo confusiones que no están confundidas, que no extrañan pero recuerdan, que no saben qué recuerdan pero no olvidan.
Hoy tuve nostalgia de ti. Tu buen corazón, y mi mierda mental.

1 comentarios:

Andrés dijo...

La gente cambia, nadie puede pasar mucho tiempo siendo el mismo, el ambiente que nos rodea nos moldea y nos condiciona a seguir patrones que no estamos acostumbrados. Los incorporamos y seguimos avanzando. Para bien o para mal vamos mutando en conjunto con un mundo que nos golpea con situaciones que nunca imaginamos, o que es más, nos refriega en la cara el hecho de que no todo es perfecto y para que algo bueno nazca, a su vez, algo debe morir... Situaciones que creíamos imposibles, sueños irrompibles, felicidades infinitas que se ven abrumadas al tocar el sucio suelo de la realidad. Por el contrario hay algo que nunca cambia, y es nuestra esencia. Es algo con lo que nacimos y seguirá así por siempre. Es como el fénix. Este no muere, renace de las cenizas que dejó su pasado. Vuelve a la vida en un cuerpo joven, pero con el corazón de siempre y la sabiduría de un anciano.
En fin, lo que hace la vida con esto es hacernos crecer, madurar y valorar más aquello que tenemos, perdimos o deseamos.

La nostalgia es hermosa, también tengo la suerte de haberla conocido. Sin embargo creo no haberla visto de la misma forma. Quizá no puedo percibir los aromas a tanta lejanía, es verdad... pero hay cosas que llevo grabadas como las risas que acompañaban la palabra "chinos", suena tonto, pero son cosas que no cambian... ¿Verdad zombiecila?

Esta bien creer que somos distintos ahora... Pero en el fondo sabes que somos los mismos de siempre con otra ropa.

Publicar un comentario

Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!