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Nunca tuve las palabras correctas, es que jamás he sabido lo que quiero.
Jamás supe cuanta azúcar derramar sobre el café, ni los límites del amor,
no he logrado dimensionar cuanto humo al día es capaz de asesinar,
ni sé cuando juntar los dientes.
No sé a qué dirección avanzar. Yo improviso en el camino.

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Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!