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Ser imperfecto duele, incluso cuando la máscara es casi impenetrable la más mínima grieta puede ser mortal. Las arrugas trizan la porcelana, el dolor y la angustia no tienen piedad, las noches sin dormir pasan la cuenta. Somos títeres, somos un chiste, las obras de los dioses, los bufones de Dionisio y por más dulce que sea la alegría, más tóxico se vuelve el dolor.

El riesgo de vivir... Ser dulcemente frágiles, sumamente estúpidos.

1 comentarios:

Camilo Lincolao dijo...

No sé por qué, pero cada vez que leo empatizo mucho más contigo y siento mariposas en el estómago.

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Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!