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Me abraza torpemente, se calienta de a poquito se le va notando y se entusiasma, yo me entusiasmo con él y lo beso, como si el mundo estuviera en su apocalipsis, me trago su lengua y absorbo su cuerpo lo amarro con mis piernas y me aprovecho de ser hiperlaxa para hacer algunas cosas raras. Entonces, empieza el baile que a veces parece batalla bestial, el mundo se mueve, el reloj fallece y yo grito, me muevo y grito extasiada.

Llega la muerte, el cansancio y el cuerpo se rinde, transpirados nos abrazamos y me río sola, por la cosas que digo cuando hago el amor, me río porque hice el amor, me río porque me enamoré de él.

1 comentarios:

Nicolás dijo...

Se que es tarde pero creo jamás tuve las palabras perfectas para tan bello mensaje.

Extraño tanto aquella presencia que inundaba mi cama, aquel olor que traia consigo su piel y la paz que sentia al abrazarla. Ya nada de eso está y muero por dentro, siento que poco a poco voy muriendo por un hermoso recuerdo que no puedo dejar ir, no puedo tapar el sol con un dedo, al menos no por mucho. Se me cansa el brazó y la herida vuelve a abrirse y sufro porque a quién más amo no puedo tenerla.

La vida es tan injusta y cruel a la vez, daria mi alma por que esto fuese una mal sueño y me dijiesen que en unos minutos más voy a despertar. Las horas son eternas y no puedo descansar porque me visitas mientras duermo intentando calmar mis eternos llantos.

Como extraño todo, como duele saber que te has ido y no volverás, que no puedo mantener siquiera una ilusión porque sé que jamás se cumplira, trato de no pensarlo pero deliro sin parar, deliro pensando en que un dia despertaré abrire la puerta y estarás ahí.

Sé que quizá nunca leas esto porque es una publicación muy vieja, quizá algún día puedas deleitarte con estas pocas palabras sin mucho valor que quiero entregarte.

Te extraño amada mía, te extraño y te recuerdo cada segundo más.

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Charles Bukowski

No era mi día. Ni mi semana, ni mi mes, ni mi año. Ni mi vida. ¡Maldita sea!